.-Balcon-.

- Uf.. ugh ok, se que deberia esperar pero... - no habia visto entrada por lo que habia entrado por el balcón, escalar y sujetarse. Maldito trajín, solo esperaba que cuando ella llegara no me confundiera con una ladrona - Heyyy ¿hay alguien en casa? - grite con exageración - Holaaa - volví a gritar como esperando oír mi propio eco - oh no - baje la cabeza algo avergonzada - supongo que ahora si tendre que esperar... - me quede de pie observando hacia afuera

Talón, punta. Talón, punta, talón. No encontraba nada que hacer, Janeth - o como se llamara, ¿o era Jena? diablos. - no llegaba, lo único que hacia era moverme sobre mis talones y ver desde el balcón la oscura noche.

Menuda manera de pasar este día. Ya había invadido legalmente propiedad ajena, ¿que más me esperaría? No suponía nada.

Me sente en el suelo, bosteze largamente apoyando mi cabeza en la pared que me sujetaba.

- Ojala llegue pronto - me dije a mi misma, estaba ansiosa de conocer a Janeth, ¿donde estaria en estos momentos? -

Corri las cortinas y sali al aire, pero no alcanze a acercarme al barandal, habia una muchacha alli

-¿quien eres? ¿como llegaste hasta aqui?-pregunte

Me puse inmediatamente de pie, mire a la mujer frente a mí

- Mi nombre es Amaia Storm, yo...llegue trepando - masculle encogiendome de hombros con expresión nerviosa - ¿Tú eres Janeth cierto? - pregunte no muy convencida.

Mire a la chica, era extraño, tenia un cierto aire familiar a pesar de que jamas la habia visto

-si soy yo-conteste secamente -¿que haces aqui? ¿para que me buscas?-

La mire por unos segundos, sentia una opresión en mi pecho, tenia a mi hermana frente a mi y no tenia palabras para comenzar.

- Te busco porque... - suspire y puse mis manos en los bolsillos de mi pantalon - mira no crei que fuera posible, padre y madre jamas me hablaron de ti y de pronto me dicen, pense que era un broma, sin embargo era verdad - respire hondamente - asi que decidi que debia buscarte, ya sabes, para conocerte - una sonrisa torcida, como un tic se presento en mi rostro - soy tu hermana, Janeth.

Me quede atonita, y era de esperar mis padre me habian abandonado cuando era pequeña en un orfanato, asi que era de suponerse que una sorpresa asi me llegaria pronto, pero jamas en mi vida la espere tan pronto.

-yo...ehm...no, no puede ser, yo soy hija unica-conteste

Avanze hacia ella unos pasos

- Yo tambien era hija unica, hace 7 semanas, hasta que mis padres me dijeron que tú existias - exclame amablemente - obviamente les eche en cara todo el mundo hasta sacarles la ultima gota de información, y así es como llegue aquí, pero no te estoy mintiendo Janeth - exclame segura.

-ES SUFICIENTE-exclame acercandome a ella -no mas mentiras, ¿quien eres y que haces aqui?-

- Ya te dije quien soy y a que vine - dije tambien poniendome cara a cara con ella - no estoy jugando con esto Janeth, porfavor - suplique, me habia molestado que me gritara, aunque era de esperar....yo tambien hubiera reaccionado asi si estuviera en su lugar - pero te lo juro, te puedo probar lo que sea... no estoy mintiendo - levante mis manos en señal de rendición

-pruebalo entonces...Amaia- exigi recargandome en el barandal mirandola aun molesta, dentro de mi sentia que decia la verdad, pero no lo queria creer, al menos no aun.

Levante mi mochila del suelo

- Esto se supone que no deberia tenerlo - dije seria, retirando unos papeles un poco antiguos - aquí esta el acta donde nuestros padres firmaron todo para darte en adopción al orfanato, y tambien - esta vez de mi bolsillo, saque una fotos de ellos que habia traido conmigo - tengo esto, aqui tienes Janeth - le tendi ambas cosas.

-¿estas son tus pruebas?-dije señalando las fotos-me dieron en adopcion apenas naci, jamas los he visto-

Tome los papeles y los revise

-parecen reales -opine a su favor -mas sin embargo, ¿como saber que no robaste esto, para venir a mentirme luego?-

Deje los papeles en la mesa del Balcon

-lamento que hayas tomado tantas molestias, por buscarme-dije despues de pensar un poco- vamos adentro, quiero hacer unas llamadas para confirmar lo que traes y luego ya te dire lo que opino-

Abri la puerta cediendole el paso

- Em... si los robe del orfanato, la vieja de la recepción no quizo darmelos - apunte con algo de verguenza - pero no miento - repeti por tercera vez

Luego de decir eso avanze, no sabia ni siquiera que más decirle, estaba tocando un tema delicado.